Lograr la reunión de las miradas sin que una se sobreponga a otra es tarea ardua, que dos conjuntos de obras sostengan un diálogo es complicado para cualquier curador, y sin embargo, sorteando esas dificultades, Comuniarte ha logrado sostener le esencia de dos propuestas dentro de un mismo espacio, la galería del Hotel Quinta Real.
Esta exposición bipartita conjuga, por una parte, el trabajo de cinco integrantes de la asociación Pinceles, colores y sabores de Oaxaca, quienes toman la realidad para desarrollarla en sus propios términos y construir mundos aparte en cada cuadro, mundos que se conectan como si sus personajes pudieran saltar de uno a otro para visitarse pues están en un mismo universo, compartiendo con el espectador lo que constituye el título de esta primera mirada: un Viaje a lo mágico.

A su vez, la segunda parte es una muestra del trabajo de Antonio Álvarez Morán, el cual aborda la imagen de las monjas para reconstruirla ya sea desde ellas mismas, como lo hace con la venerable María de Jesús de Tomelín “el Lirio de Puebla”, o desde nuevas identidades sacras para la modernidad, como su homenaje a Patti Smith. Este trabajo, denominado para la ocasión Mística poblana, es una suerte de despliegue entre la interpretación contemporánea de las creencias novohispanas y la recuperación cultural de símbolos que como ciudad representan a Puebla.
Ambas secciones se unen en polifonía para dejar al espectador con ganas de seguir recorriendo la galería mientras cada cuadro se cuenta a sí mismo, a detalle. Esta es una exposición que debe ser apreciada como las dos caras de una moneda; diferentes, sí, pero sostenidas por el mismo eje que las rodea.